VISIÓN CRISTIANA DE LA VIDA

Valor nuclear de la y criterio para dar sentido a su estructura axiológica. Paradigma fundamentado en la persona y el mensaje de Jesús de Nazaret, el cual inspira un modo de proceder que lo tiene como referente existencial, orientado a la valoración y defensa de la dignidad humana, en el que se fomenta el discernimiento para optar por el bien más universal, el servicio al otro con una actitud positiva, dinámica y abierta, y a cultivar una espiritualidad de talante agradecida que se abre a la experiencia de un Dios Trascendente.

La centralidad de la persona, que se desprende de este valor, entiende que la gestión institucional debe tener una visión más holística y reconocer que los miembros de la comunidad universitaria, además del rol de estudiantes, profesores, personal administrativo y trabajadores, son personas con expectativas, necesidades y procesos humanos que requieren ser tomados en cuenta.

 

EXCELENCIA

En todos los procesos administrativos y académicos y en la relación entre profesores, alumnos, personal administrativo, empleados y obreros. Desde la perspectiva de la tradición ignaciana, ella es entendida como Magis, o búsqueda de la mejor elección, el mayor efecto, la mayor influencia, la atención a la mayor necesidad, siempre buscando hacer el bien mayor en beneficio de más seres humanos.

El Magis no solo hace ilusión a niveles óptimos de eficiencia y calidad, sino sobre todo a un tipo de relación con Dios, con la naturaleza y los seres humanos, que se inscribe en el servicio de la realización de la persona en todas sus potencialidades.

El Magis lleva a la automotivación para la superación de la mediocridad, a través del compromiso con el mejoramiento continuo, mediante prácticas y hábitos personales, así como colectivos. La excelencia entraña el desarrollo de un sentido crítico y creador, así como la apertura al cambio.

 

COMPROMISO SOCIAL

Desde la perspectiva de la misión de la Compañía de Jesús (servicio a la fe, promoción de la justicia y diálogo con la cultura) es una visión solidaria de la vida, que relacione la justa búsqueda de éxitos personales y profesionales con el éxito del país, que proporcione capacidad de entender y de identificase con la insoslayable tarea nacional de superar la pobreza y la exclusión.

La debe entenderse a sí misma en función de la sociedad, debe ser abierta y sensible a ella para captar sus problemas y responder universitariamente a ellos.

 

COMPROMISO POR EL DESARROLLO SUSTENTABLE

Preocupación por contribuir a lograr equidad y justicia social, desarrollo económico, conservación del ambiente y gobernabilidad, atendiendo a su propósito de asumir una posición constructiva frente a los desafíos del desarrollo y la pobreza, a través de una coherente y equilibrada percepción de los componentes que propenden a la sustentabilidad: los ecológicos, los tecnológicos, los económicos y socioculturales, y así preparar a la comunidad universitaria, especialmente a sus estudiantes, ante problemáticas complejas, entre otras, los dilemas de carácter ético.

 

AUTONOMÍA

Siguiendo la tradición centenaria de la institución universitaria, valora y defiende la autonomía real de las funciones universitarias, sin dependencia ni sujeción a intereses económicos, ideológicos o políticos extrauniversitarios.

 

CONCIENCIA CIUDADANA

La universidad, a través de la educación, tiene el reto de formar ciudadanos responsables para contribuir con la construcción de un país moderno, republicano y democrático. Formar ciudadanos en la conduce al compromiso institucional de entender las actitudes, los reconocimientos y el ejercicio profesional como medios humanizadore.

Es creer en la democracia y la libertad para nuestra mejor convivencia, sin objeciones por razones de convicciones religiosas, ideológicas o políticas, dejando plena libertad de conciencia a todos sus miembros, pero respetando los principios de la .

Significa aprender actuar cívica y responsablemente consustanciándose con valores como la justicia, la responsabilidad, la subsidiariedad, la legalidad, la capacidad de diálogo, el pluralismo, la tolerancia, el respeto mutuo, el compromiso compartido y la participación, así como el amor al país.